Los aceites lubricantes

Los aceites lubricantes.

Por: SAC

El origen.

Los lubricantes son sustancias que facilitan el deslizamiento y disminuyen, por tanto, el rozamiento entre partes de piezas de máquinas o mecanismos en movimiento relativo. En la más amplia acepción del vocablo, un lubricante puede ser un sólido, un líquido o un gas.

Con este concepto, muchos pensaríamos que los lubricantes son de uso reciente, sin embargo, se tiene registro del uso de lubricantes desde hace 3500 años.

En el antiguo Egipto se utilizaban aceites vegetales como el de oliva, grasa animal y betún (mezcla de sustancias orgánicas de color negro, viscosa y muy común en la naturaleza) muy utilizadas en la construcción y en sus transportes.

 

Siglos después los griegos y romanos utilizaban grasas de origen animal para lubricar y mantener sus carros de combate.

 

En la Edad Media, se incrementó el uso de máquinas y el transporte, y con ellos el uso de lubricantes. Uno de los materiales que se usó mucho en esta época, era el hierro, y con ello surgieron nuevas mezclas de lubricantes, ya que se dieron cuenta de que las grasas animales no eran tan eficientes en este material, el cual se extendía cada vez más y se podía encontrar en armas, armaduras, carretas, carruajes y hasta en las puertas de los castillos. Se usaron algunos aceites vegetales y al final de este periodo aceite de ballena.

 

Con la llegada de la Revolución Industrial se transformó toda la sociedad y una de las principales consecuencias de esta fue la forma de producir, la creación de fábricas y el uso extendido de maquinaria fue una de las principales características y con ello vinieron grandes avances en tecnología aplicada a muchas industrias y productos entre ellos los lubricantes, los cuales eran muy necesarios para mantener en óptimas condiciones las grandes máquinas de hierro.

Es interesante darse cuenta de que antes de esta época, el uso de los lubricantes era dado por costumbre o por conocimiento empírico. Nadie había estudiado antes las propiedades y beneficios de utilizar este producto.

 

La evolución de los lubricantes.

La aparición de los lubricantes tal y como los conocemos no podría haber sido posible sin el descubrimiento en 1859 del petróleo por parte del Edwin L. Drake, quien cavó un pozo y a los 21 metros brotó espontáneamente el bien llamado “oro negro”.

Si bien, ya desde la antigüedad se conocía al petróleo en forma de betún o alquitrán, las aplicaciones en las que era utilizado eran pocas.

Las máquinas de la Primera Revolución Industrial y subsecuentes parecían trabajar bien con los lubricantes de la época. Con el desarrollo de los motores a vapor, las máquinas industriales y agrícolas hubo una necesidad de grasas o aceites más eficientes, pero fueron los vehículos motorizados quien impulsaron aún más esa creciente necesidad. Es por eso, que en esta ocasión solo nos centraremos en los aceites lubricantes para automóvil.

 

El automóvil.

En 1860, Éttiene Lenoir, creo el primer automóvil con un motor de combustión interna, el cual fue un fracaso debido a que pesaba 20 toneladas y tenía una velocidad de 2 km por hora.

Fue en 1886 cuando Karlz Benz patentó su “vehículo motorizado con motor de gasolina”, el primer automóvil con un motor de combustión interna que recorrió 106 kilómetros en su primer viaje. Su auto solo tenía tres ruedas. En el mismo año y muy cerca de Benz, se encontraba Gottlieb Daimler, quien también creaba un vehículo motorizado, éste de cuatro ruedas.

Benz-Patenturkunde, DRP 37435 von 1886

Más tarde en 1920, se unieron para enfrentar la crisis económica causada por la Primer Guerra Mundial. Daimler había fundado DMG junto al diplomático austriaco Emil Jellinek, quien tenía una hija de 10 años llamada Mercedes. Así nació Mercedes Benz.

En 1892, Rudolf Diesel, construye su auto con motor un motor que utilizaba un sustituto de la gasolina al que le dio su apellido, un motor a diesel, el cual tiene un mayor rendimiento que los de gasolina.

Rudolph Diesel en su automóvil.

En 1903, en Francia, Luois Renault construye su propio auto.

En 1908, en Estado Unidos, Henry Ford creaba su modelo T, creando además la famosa línea de producción en serie. Con lo que había llegado el boom del automóvil.

Línea de ensamble del modelo T.

Durante mucho tiempo los autos no cambiaron mucho, pero el consumidor empezó a aburrirse de los mismos modelos, haciendo que las compañías empezaran a preocuparse de las ventas. Crearon entonces autos más modernos, que “corrieran” más y obviamente que el desempeño del combustible fuera mejor.

Los motores fueron evolucionando y pronto necesitaron que la gasolina tuviera el desempeño adecuado a grandes velocidades, pero con la velocidad vino el desgaste, es aquí donde entran los lubricantes.

 

¿Para qué sirven los aceites lubricantes?

Cuando dos cuerpos sólidos se frotan entre sí, hay una considerable resistencia al movimiento independientemente de lo lisas que estén las superficies, a esto se le llama fricción. La energía suficiente para superar esta fricción se disipa en forma de calor y es visible en el desgaste de las partes móviles.

La fricción se puede reducir por el uso de materiales con energía de fricción baja que se deslizan con facilidad una sobre otra. Cuando se utilizan piezas metálicas es necesario el uso de sustancias adicionales para disminuir la fricción entre las dos superficies en contacto. Estas sustancias reciben el nombre de lubricantes.

La tribología es la ciencia que estudia la fricción, el desgaste y la lubricación, comprendiendo la interacción de las superficies en movimiento relativo, en sistemas naturales y artificiales.

Un lubricante es, por tanto, una sustancia capaz de disminuir la fricción entre dos superficies que están en contacto. Se trata de una delgada capa de fluido, de espesor a veces inferior a una micra, que se interpone entre dos superficies sólidas para evitar su contacto directo y permitir que resbalen sin deteriorarse.

El aceite lubricante mineral está hecho de una composición de fluido base que proviene del crudo de petróleo en un 85% a 95% siendo el compuesto que permite lubricar las piezas móviles del motor de tu vehículo, evitando así que acumulen calor. Este fluido base se complementa con una combinación de aditivos que pueden rondar entre el 5% y 15% aportando al lubricante las propiedades necesarias para el tipo de aplicación que se utilizará.

 

Clasificación de los aceites lubricantes.

De acuerdo con el origen del lubricante pueden clasificarse en minerales y sintéticos.

Aceites o lubricantes minerales: Se obtienen a base de la refinación del aceite crudo o petróleo al que posteriormente se enriquece con aditivos para mejorar su desempeño. Se recomienda para uso normal o urbano.

Aceites o lubricantes semisintéticos: Son una combinación de lubricante mineral y lubricante sintético. Para uso urbano o manejo altas velocidades en todo tipo de vehículos.

Aceite o lubricante sintético: En cuanto al aceite sintético, es obtenido mediante la optimización molecular por medio de un proceso de síntesis química. Esto quiere decir que el aceite sintético tiene su origen en un laboratorio a través de una serie de procesos químicos complejos, y por medio del cual se modifican las estructuras moleculares de la materia prima, y es así como se adapta a las necesidades de cada motor.

De manera que en el caso de los aceites sintéticos son hechos a la medida de cada tipo de requerimiento en el mercado. Una de las características principales es que reduce mucho más la fricción del motor, por lo que se obtiene un mayor rendimiento en el consumo de combustible y no tiene que cambiarse tan continuamente como el mineral.

Podríamos también clasificarlos en sólidos y líquidos, pero para fines prácticos nos quedaremos solo con la clasificación por origen.

Es interesante saber que los mejores lubricantes son los de origen vegetal, ya que la capacidad de lubricación es mayor a los de origen mineral, sin embargo, tienen poca estabilidad, se oxidan muy rápido, y se descomponen con facilidad, creando sustancias ácidas que dañan las superficies de metal.

Hay ciertos laboratorios que están tratando de eliminar las características oxidativas, de poca estabilidad y de fácil descomposición para crear un aceite lubricante biosintético, lo que ayudaría a disminuir la contaminación debido al desecho de los aceites minerales y sintéticos, ya que al ser de origen vegetal, tienen una descomposición biodegradable y provienen de recursos renovables.

 

¿En qué ayudan los aceites lubricantes?

Siempre se habla sobre como los lubricantes ayudan a los motores, al rendimiento, la fricción, etcétera. ¿Pero cuánto de esto es claro y útil para nosotros? Acá cinco funciones básicas del lubricante para entender mejor su importancia.

Reduce la fricción. Sin duda la función más importante. La fricción es la resistencia presente en cualquier tipo de superficie en contacto con otra, por ejemplo, la fricción que se producir al caminar, dos superficies sólidas, en constante movimiento, una contra la otra, sufrirá desgaste.

Existe la fricción estática, la cual sentimos cuando queremos mover un mueble y la fricción cinética o dinámica es cuando dos objetos en movimiento permanecen de esa manera, es aquí donde los lubricantes cobran importancia, dado que disminuirá el desgaste, al formar una fina capa entre estas dos superficies móviles, reduciendo la fricción que podría llevar al desgaste o a la rotura de sus componentes.

Es refrigerante. El lubricante también es un medio de transferencia de calor, es decir, el lubricante debe tener la capacidad de absorber temperatura y disiparla en contacto con elementos más fríos, o con lubricante más fresco. De acuerdo con su origen, ya sea mineral, semi sintético o sintético puede ser más efectivo o menos efectivo.

Ayuda a limpiar. Una de las funciones es “recoger” las partículas que se originan por la fricción, así se evita que caigan en el fondo del tanque o dañe las partes del motor.

Protege contra la corrosión y la oxidación. La corrosión y el desgaste es resultado de la fricción, por lo tanto, es importante que los lubricantes se adicionen con anticorrosivos y antioxidantes.

 

Actúa como sellador. Además de lubricar y refrescar el lubricante también actúa como agente de sellado, impidiendo que contaminantes externos entren al motor.

 

Lubricantes minerales o sintéticos ¿cuál es mejor?

Una de las preguntas que causa mucha controversia es, ¿qué lubricante es mejor? Sin duda podemos decir, que el lubricante sintético. Pero no siempre es el que nuestro auto necesita.

Con base en la información que ya hemos visto podemos determinar las principales diferencias entre lubricantes sintéticos y minerales:

Los lubricantes sintéticos duran más. Debido a que la estructura molecular de un aceite sintético es más estable a la de un aceite mineral, los primeros tendrán una durabilidad mayor. Los aceites sintéticos son más resistentes a la degradación térmica, el ataque del medio ambiente y por lo tanto sufren de menor evaporación. Lo que también significará una reducción entre el tiempo entre cada cambio de aceite.

Los aceites sintéticos mantienen el motor limpio por más tiempo. El azufre que contienen los combustibles y el mismo aceite lubricante generan ácidos e impurezas en el motor. Los aceites sintéticos cuentan con menos contenido de azufre gracias a los procesos químicos que se llevan a cabo en el laboratorio, por lo cual los motores se mantendrán más limpios por más tiempo en comparación con los aceites minerales.

Los aceites sintéticos tienen mejor respuesta a la fricción, por lo que mejoran la lubricación entre las partes internas del motor. Esto hace que el trabajo del motor sea más eficiente y se mejore el rendimiento en combustible.

¿Qué vehículo tienes y dónde manejas? Es una de las preguntas clave para saber cuál es el mejor aceite para tu auto. El aceite mineral se utiliza para condiciones de manejo y temperaturas normales. Sin embargo, cuando la condición es intensiva y las temperaturas extremas, es necesario cambiar a un aceite sintético, por ejemplo, los autos de carreras, deportivos, de alto desempeño o de tecnología que requieran un aceite sintético para su correcto funcionamiento.

El precio. Dado que los aceites sintéticos son más costosos bien valdría la pena, preguntarnos si realmente nuestro vehículo requiere este tipo de aceite para un buen funcionamiento.

El aceite más conveniente para nuestro auto siempre dependerá del tipo de conducción, condiciones de uso y rendimiento esperado. También es muy importante seguir las recomendaciones de cambio de aceite hechas por el fabricante, de lo contrario el motor sufrirá mayor desgaste y su funcionamiento no será adecuado, sin importar que utilicemos el mejor aceite del mercado.

Es importante saber que cambiar de aceite mineral a sintético y viceversa también es posible, siempre y cuando sigamos las siguientes recomendaciones:

Hacer el cambio total del aceite dentro del motor, no hacer rellenos o mezclas de aceite.

Hacer el cambio de filtro de aceite.

Respetar la viscosidad, si estamos utilizando un aceite mineral de viscosidad 5W-30 y queremos cambiar a un aceite sintético, es necesario colocar un aceite de la misma viscosidad.

 

Pero, ¿qué es la viscocidad y por qué es tan importante?

La viscosidad es una característica física de todos los fluidos, se mide en poises y nos dice que todos los fluidos se mueven a diferentes velocidades. Por ejemplo, la miel y el agua. Pero cuando hablamos de viscocidad en los aceites lubricantes cobra una mayor importancia.

La viscosidad en el caso del aceite es la medida de la resistencia del fluido al movimiento y se ve afectada por la temperatura. Entre más temperatura, menor viscosidad, es decir, el aceite se hace más “delgado” o menos espeso y al contrario a mayor temperatura mayor viscosidad y el aceite se torna más espeso.

La viscosidad es una propiedad de los fluidos en movimiento, como el caso del aceite en el motor. Si la viscosidad es muy baja, el roce entre las piezas causará desgaste y elevará la temperatura del motor. Si al contrario la viscosidad es muy alta, se crea más resistencia, por lo que al aceite le cuesta circular entre las piezas y también causará desgaste y como necesitará más esfuerzo para realizar su trabajo adicionalmente habrá un consumo mayor de combustible.

Por lo que hacer frente al calor o al frío es el mayor desafío de los aceites lubricantes. Por lo que algunas sociedades regulatorias crearon una clasificación basada únicamente en esta característica, midiendo por un lado la viscosidad en caliente con temperaturas a 100°C y en frío con temperaturas bajo cero.

De acuerdo con la ubicación geográfica, podemos encontrar la clasificación americana o API (American Petroleum Institute), la japonesa o JASO (Japanese Automotive Standard Organization) y la europea o ACEA (Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles).

Las propiedades se regulan de acuerdo con la norma SAE (Society of Automotive Engineers), la ISO (Organización de Estándares Internacionales) y la AGMA (Sociedad Americana de Fabricantes de Engranajes).

En el sistema ISO se clasifica el aceite por su grado de viscosidad, mientras que, en el SAE, las equivalencias son aproximadas, dado que se mide a diferentes temperaturas de uso para su clasificación. El sistema AGMA es la menos frecuente ya que se utiliza para engranajes industriales.

Mencionaremos los números y letras que aparecen más frecuentemente en las botellas y en los empaques de los aceites.

La letra W. Básicamente clasifica el comportamiento del lubricante a temperaturas de -18°C y la define con la letra W de Winter (invierno en inglés). Para entender esto tomemos por ejemplo, un aceite con descripción 5W 40, mucha gente asume que el 5W es el grado del aceite para bajas temperaturas y el 40 el grado para altas temperaturas, aunque hay cierta lógica en ello, también hay grandes diferencias. Si esto fuera cierto, un aceite 5W 40 sería grado 5 en baja temperatura y 40 en alta temperatura. Eso significa que este aceite “engrosaría” con el cambio de la temperatura, lo cual no es cierto. La realidad es que el aceite 5W 40 es más grueso en bajas temperaturas que en altas temperaturas.

El número 5W realmente se refiere a la facilidad con la que el aceite puede ser “bombeado” en bajas temperaturas, mientras más bajo sea el número “W”, mejores serán sus propiedades de baja viscosidad y el motor podrá ser arrancado a muy bajas temperaturas. Un aceite 0W 40 es mejor que un 5W 40 en arranque en climas muy fríos. Ese es el real significado del primer número con la W.

En general, suele interesar un grado de viscosidad en frío lo más bajo posible para que el aceite fluya mejor y llegue lo antes posible a las piezas a lubricar. Lo normal en los motores modernos es que se empleen aceites con grados de viscosidad en frío entre 0 y 10 (siempre son múltiplos de 5).

 

Las iniciales SAE. Seguimos con el ejemplo del aceite 5W 40, pero en este caso lo que nos importa es el segundo término (el 40), éste nos indica el grado de viscosidad real del aceite a la temperatura de operación del motor. Una vez que el propulsor arrancó y se ha calentado, el aceite trabaja como un grado SAE 40, esto es; la viscosidad con la que se protege al motor la mayor parte del tiempo. Los grados SAE de 20 a 60 están relacionados con la viscosidad que el aceite tiene en caliente.

 

Aceites monogrado y multigrado.

¿Has escuchado de los aceites monogrado y multigrado? ¿Te has preguntado cuál es la diferencia?

Aceites monogrado. Este tipo de aceite suele llevar solo una clasificación SAE, es decir solo los números 20, 30, 40, etcétera. Si tu vehículo lleva este tipo de aceite, será necesario sustituirlo en función de la estación del año, dado que en verano el aceite debe ser menos viscoso y en invierno lo contrario.

Aceites multigrado. Este aceite tiene los dos grados SAE, el número antes y el número después de la W. Se pueden usar a dos diferentes temperaturas, por lo que no necesario cambiarlo por la estación del año, sino por el kilometraje del automóvil. Son muy fácil distinguir uno de otro, ya que el multigrado llevará, por ejemplo, la especificación 5W-40. Lo que quiere decir que en frío será un SAE 5 y en caliente un SAE 40.

Conocer el significado de las letras y clasificaciones te resultará muy útil, principalmente si eres tú quien realiza los cambios de aceite en tu vehículo.

 

Mitos en el uso de aceites lubricantes.

¿Cuántas veces has escuchado recomendaciones sobre el uso del aceite lubricante que resultaron mentira? Aquí algunos afirmaciones falsas o mitos que todavía solemos creer, con respecto al uso de lubricantes:

El aceite negro en la varilla indica que tienes que cambiarlo. En realidad, solo indica que está haciendo su función de limpieza en el motor.

La medición del aceite se hace con el motor prendido. Si lo hacemos de esta manera, gran cantidad del aceite estará rodando en el motor, por lo que, para una medición precisa se debe medir en frío y con el motor apagado.

La viscosidad más importante es la que se da cuando el motor está caliente. La lógica parece válida, sin embargo, la que más importa es la que se da en frío, con el primer arranque por la mañana, ya que el motor puede sufrir más desgaste.

Los motores viejos solo usan aceites monogrado. Si quieres prolongar la vida del motor de cualquier vehículo es necesario utilizar aceites de acuerdo con la temperatura, tipo de conducción y uso del automóvil.

Es necesario usar aditivos. En realidad, los aceites lubricantes, ya sean minerales o sintéticos, monogrado o multigrado, ya están adicionados con antioxidantes, anticorrosivos, antiespumantes y diluyentes, por lo que no es necesario adicionar nada más.

Es necesario calentar el motor por las mañanas. Tal vez es el mito más difundido, en invierno muchas personas dejan prendidos sus motores antes de utilizar el auto, sin embargo, esto no ayuda al motor y puede traer graves consecuencias como intoxicaciones, aumento de gasto en combustible y la inevitable contaminación.

 

¿Cómo desechar el aceite lubricante correctamente?

No importa el origen del aceite de tu auto, mineral o sintético, los aceites nunca deben ser desechados en el sistema de alcantarillado. Deben ser colocados en su envase original o en un envase bien sellado y deben ser devueltos al minorista o fabricante si cuenta con un centro de reciclaje o bien puedes entregarlo al taller de autos más cercano.

¿Sabías que si el aceite lubricante es reciclado correctamente puede aprovecharse nuevamente para fabricar otros productos? Algunos ejemplos:

Telas impermeabilizantes

Asfalto

Pinturas

Tintas

Fertilizantes

Con la correcta gestión del aceite usado de motor se obtienen grandes beneficios:

Ahorro de energía.

Ahorro y optimización de materias primas.

Disminución de las emisiones de dióxido de carbono.

Reducción del impacto ambiental y sus recursos naturales.

Por tales motivos es muy importante desechar correctamente el aceite, ya que además es altamente contaminante. Pero si lo recuperamos y reciclamos correctamente tendrá grandes beneficios.

 

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En Sigmapack trabajamos conjuntamente con las mejores marcas, para el proceso, llenado y tapado de aceites y lubricantes.

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Referencias:

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